La calidez que el huésped encuentra en nuestro Chalés das Margaridas tiene que ver con una historia de cariño por una persona y un lugar. La persona: Doña Margarida, matriarca de la familia, hoy con 99 años y de buen humor. El lugar: el apacible Ibicaraí, una ciudad en el sur de Bahia, donde una de nuestras socias, la arquitecta y designer Rosanna Silveira, vivió su infancia.

 

La guinda del pastel es el toque delicado, el cuidado con los detalles y el talento para la gestión, design y las redes sociales de la joven arquitecta Raíssa Silveira, de 30 años, hija de Rosanna, compañera constante de su madre en proyectos profesionales. Mientras una permanece más tiempo en Capão, la otra alterna la rutina entre ir a Chapada en tiempos de mayor flujo de visitantes y gestionar los negocios en Salvador.

 

Pero la historia, que empieza en el sueño de una niña, comenzó cuando, influenciada por un primo que tenía un proyecto similar, la arquitecta Rosanna se animó a adquirir un terreno en el lugar. Fue amor a primera vista cuando conoció al Valle. Allí vio la posibilidad de realizar el sueño de su vida: cambiar el estrés de Salvador por una actividad capaz de devolverla a la slow life que tuvo hasta los 12 años en el campo.

 

Reunió sus ahorros, un poco de coraje y la preciosa sociedad de su hija arquitecta para emprender. Como hicieron hace años cuando crearon RR Arquitetas, se ensuciaron las manos y ahí está el Chalé, un espacio que devuelve a una mujer madura los mejores recuerdos de una joven de la vida tranquila en el campo.